Celiacos: alimentos prohibidos, síntomas e información sobre ayudas económicas

La enfermedad celiaca afecta a uno de cada 100 nacidos en España. A pesar de la frecuencia con la que se da en la población, aún hay dudas sobre ella que conviene resolver, se sea o no paciente
Foto: El trigo es mal aliado de los pacientes con enfermedad celiaca (Corbis)
El trigo es mal aliado de los pacientes con enfermedad celiaca (Corbis)

Dolor estomacal, diarreas, vómitos. Estos son sólo algunos de los síntomas que puede presentar la enfermedad celiaca, una patología que afecta a uno de cada 100 nacidos en España. A pesar de la frecuencia con la que se da en la población, aún hay dudas sobre ella que conviene resolver, se sea o no paciente celiaco. Estas son las claves que debes conocer sobre la celiaquía.

¿Qué es la celiaquía?

Tal y como explica la Federación de Asociaciones de Celiacos de España (FACE), la celiaquía es la “intolerancia permanente al gluten del trigo, cebada, centeno y probablemente avena”, caracterizada por una reacción inflamatoria de base inmune en la mucosa del intestino delgado que dificulta la correcta asimilación de nutrientes. En otras palabras, las proteínas de los citados cereales dañan las vellosidades intestinales encargadas de absorber los macro y micronutrientes de los alimentos. 

¿Cuáles son los síntomas de la celiaquía?

La cebada, prohibida para los celiacos (Corbis)
La cebada, prohibida para los celiacos (Corbis)

Aunque, como suele decir el refranero popular, cada persona es un mundo, existe una serie de síntomas que aparecen con frecuencia en los cuadros que terminan con la celiaquía como diagnóstico. Entre las señales más habituales se encuentra la diarrea, los vómitos, la pérdida de peso y apetito, náuseas, retraso del crecimiento, meteorismo y dolores abdominales. Sin embargo, dependiendo si el paciente es niño, adolescente o adulto, los síntomas pueden variar.

En los niños es frecuente encontrar defectos en el esmalte dental, anorexia y pelo frágil. En la adolescencia se registra menarquía tardía (a las chicas les llega tarde el primer periodo), cefaleas o estreñimiento. En los adultos se diagnostican depresiones, dermatitis herpetiforme, abortos, osteoporosis y anemia ferropénica.

¿Cómo se diagnostica la enfermedad celiaca?

La FACE indica que a través de un examen clínico y una analítica de sangre es posible establecer un diagnóstico de sospecha de celiaquía. En estos estudios se deben incluir los marcadores serológicos de la enfermedad celiaca, como son anticuerpos antigliadina, antiendomisio y antitransglutaminasa tisular. A pesar de que este sistema es efectivo en muchos casos, no siempre es posible determinar la patología solo con ellos y es necesario recurrir a una biopsia intestinal –extracción de una pequeña parte del tejido del intestino delgado a través de un aparato que se introduce por nariz y boca sin necesidad de anestesia–.

¿Cuál es el tratamiento de la enfermedad celiaca?

El tratamiento de la enfermedad celiaca no supone la ingesta de ningún tipo de medicamento. Basta con seguir una dieta libre de gluten para que se repare la lesión vellositaria que se haya podido producir. En la medida de lo posible deben evitarse los alimentos procesados, envasados y/o elaborados, y recurrir a alimentos frescos: carne, pescado, verdura, fruta… Los celiacos no tienen ningún problema alimenticio derivado de esta dieta sin gluten, puesto que las proteínas de los cereales que se evitan no son indispensables para el organismo.

La enfermedad celiaca, ¿es hereditaria?

Aunque la celiaquía tiene una base genética y por tanto se nace con riesgo o no de padecerla, no siempre se expresa clínicamente. Los estudios al respecto sí han determinado cierta prevalencia de la enfermedad en familiares asintomáticos de primer grado del paciente y gemelos monocitos. Sin embargo, hasta ahora la forma de herencia genética sigue sin conocerse con precisión.

¿Qué se puede y no se puede comer?

A grandes rasgos y de manera generalizada, los celiacos pueden comer sin problemas alimentos frescos (carne, pescado, leche, huevos, frutas y frutos secos crudos); y deben evitar pan, pasta y productos derivados del trigo, centeno y cebada. Hagamos una lista algo más detallada.

ALIMENTOS SIN GLUTEN: carne fresca (congelada y en conserva al natural), pescado y marisco fresco (congelado y en conserva al natural o en aceite), verduras, frutas, hortalizas, tubérculos, huevos, leche y derivados (yogures, mantequillas, cuajadas, quesos y quesos de untar sin sabores), embutidos (jamón serrano, cecina y jamón cocido de calidad extra), arroz, maíz, tapioca, azúcar, miel, aceites, frutos secos crudos, café, infusiones, refrescos (de cola, limón y naranja), vinos y bebidas espumosas, sal, vinagre de vino y especias.

Los celiacos no pueden comer todos los tipos de chucherías (Corbis)
Los celiacos no pueden comer todos los tipos de chucherías (Corbis)

ALIMENTOS CON GLUTEN: trigo, cebada, centeno, pan y derivados, bollos, pasteles, productos de repostería, tartas, galletas, bizcochos, pasta alimenticia (fideos, macarrones, tallarines, espaguetis…), higos secos, obleas de comunión, productos manufacturados en los que entre en su composición cualquiera de las harinas ya citadas en cualquiera de sus formas (fécula, proteína, almidón o fécula), cerveza y bebidas destiladas o fermentadas a partir de cereales (como el whisky o el vodka).

ALIMENTOS CON LOS QUE EXTREMAR LA PRECAUCIÓN: caramelos y golosinas, sucedáneos del chocolate y el café, embutidos (choped, salchichas, morcilla, chorizo, mortadela, etc.), patés, salsas, condimentos, colorantes alimentarios, helados, bebidas de máquina, conservas de carne, conservas de pescado en salsa, hamburguesas preparadas, albóndigas preparadas, quesos de untar con sabores, quesos fundidos, quesos especiales para pizza y frutos secos tostados o fritos.

¿Qué pasa si me salto de vez en cuando la dieta sin gluten?

Es posible que si un celiaco ingiere productos con gluten de manera aislada no refleje síntomas preocupantes o no lleguen más lejos de un dolor abdominal o vómitos. Sin embargo, los pacientes de enfermedad celiaca deben tener cuidado y llevar su dieta estrictamente pues, de lo contrario, estarían dañando severamente sus vellosidades intestinales. 

¿Cómo sé si un alimento tiene gluten?

Los productos envasados deben contener en sus especificaciones si el producto tiene o no gluten entre sus alérgenos. Los celiacos deben leer siempre las etiquetas de los alimentos que compran (no frescos) aunque sean de consumo habitual, pues es posible que en un momento dado el fabricante cambie el modo de fabricación. 

FACE ofrece a sus socios un ‘libro’ que sirve de guía sobre los alimentos permitidos, ordenado por nombres de marcas. Así, el paciente puede recurrir a este documento y comprobar si está entre los que controla FACE. En caso de duda, siempre es mejor no consumir el producto.

Además, por 118 euros más gastos de envío, FACE facilita a todo aquel que rellene la solicitud un lector de código de barras con el que se puede conocer a tiempo real si un producto es o no apto para la dieta del celiaco. El dispositivo lee el código de barras a consultar y refleja un resultado. Las sucesivas actualizaciones de la lista que acoge el lector tienen un coste de 6 euros al mes, independientemente del número de actualizaciones.

Pasta alimenticia en forma de espiral (Corbis)
Pasta alimenticia en forma de espiral (Corbis)

¿Puede un celiaco hacer ‘vida normal’?

Los celiacos pueden llevar una vida completamente normal. A diferencia de otras enfermedades, la celiaquía no reporta ningún síntoma si se sigue estrictamente la dieta sin gluten. Por tanto, la única precaución que hay que tener es no tomar alimentos ‘prohibidos’ como pan, pasta o galletas. Viajes, comidas en restaurantes o escapadas fuera de casa pueden realizarse sin ningún tipo de problema, siempre y cuando se sea consciente de que la celiaquía no se cura al cruzar la frontera o disfrutar de un catering. Además, cada vez es más frecuente que los establecimientos dispongan de una carta específica sin gluten y/o conozcan en qué consiste la enfermedad para ofrecer alternativas adecuadas. 

¿Hay alguna subvención para pagar los productos?

En España no existe ninguna ayuda para la compra de productos especiales sin gluten a nivel estatal. Sin embargo, algunas Comunidades Autónomas sí conceden asistencia en estos casos, bien sea en forma económica o a través de lotes de alimentos. Esto sucede en Navarra (que determina la ayuda monetaria en función de los ingresos de la familia y del número de celiacos de la misma, nunca superando los 90 euros al mes), en País Vasco (donde la ayuda solo se da a los residentes en Vizcaya) y en Extremadura (donde la Diputación de Cáceres envía lotes de alimentos a menores en riesgo de exclusión).

En el extranjero, la asistencia a las familias con uno o más celiacos sí es frecuente. Bélgica, Dinamarca, Letonia, Noruega o Nueva Zelanda son algunos de los países que subvencionan a los pacientes de enfermedad celiaca, con algunas restricciones en determinados casos. Por ejemplo, Hungría da 35 euros a los celiacos hasta que cumplen los 18 años. Cuando superan la mayoría de edad, la cifra se reduce hasta los 15. En Suiza, por su parte, la ayuda a los menores oscila entre los 42 y los 103 euros, eliminándose al superar los 18 años. Puedes consultar la tabla de ayudas económicas a celiacos en otros países aquí.

Huelva Información

Oh manjar, del ladrillo a los alimentos de quinta gama

Jordi Landero Ayamonte

Albóndigas de ternera a la Bourguignon o de caballa en salsa verde, carrillera de ternera al vino, garbanzos con chorizo y jamón, hamburguesas de muslo de pollo con manzana o de caballa con cebolla confitada, alubias con pulpo o garbanzos con chocos, son algunos de los exclusivos platos que, ya cocinados y prácticamente listos para consumir, elabora, distribuye y vende desde hace ya tres meses y medio la empresa Oh manjar, radicada en Ayamonte y surgida como otras tantas como consecuencia de la crisis del ladrillo.

Pepe Arias

Y es que sus propietarios, el arquitecto José Arias (65 años), natural de El Campillo y vecino de Huelva "de toda la vida" y Francisco Pérez, se dedicaban a la construcción hasta que entre los años 2007 y 2008, justamente cuando se produjo el pinchazo inmobiliario, sus empresas fueron víctimas del mismo.

A partir ese momento el carácter emprendedor de ambos les llevó a buscar otro sector económico al que reconvertir su actividad tradicional, decantándose finalmente por el de la elaboración y venta de productos alimenticios de quinta gama (o platos preparados congelados), por "ofrecer una mayor estabilidad que el ladrillo", señala Arias. Según explica, después de muchos años viajando por toda Europa, "nos dimos cuenta de que por ahí va el camino de la alimentación".

Comenzaron a montar la nueva empresa hace ahora un año y medio, aunque no han comenzado la fase de comercialización hasta hace tres meses y medio porque todos el tiempo anterior lo dedicaron a instalar la fábrica "y sobre todo a probar cuáles podrían ser finalmente los platos más idóneos para sacar al mercado", señala Arias.

Actualmente cuentan con un centro de elaboración en el polígono industrial Ribera del Guadiana y venden por el momento un total de 37 platos distintos en un centenar de puntos de venta de las provincias de Huelva, Sevilla y Córdoba, entre restaurantes y tiendas de alimentación minorista. Según subraya Arias "habernos decantado por Ayamonte responde a que en este municipio hay mucha tradición conservera y porque estratégicamente es un punto idóneo para desarrollar nuestra actividad, además de por la cercanía con Portugal, país al que pretendemos expandirnos en el futuro y en el que ya incluso contamos con un punto de venta".

José Arias asegura por otra parte que "ni en Huelva, ni quizás en Andalucía" haya una empresa con las características de Oh manjar, ya que según sus palabras, "contamos con el enorme valor añadido de que toda nuestra oferta está hecha con productos de Huelva, una provincia ideal para la obtención de la materia prima necesaria y de la mejor calidad para ello". A ello suman otro de sus principales valores añadidos: los platos de Oh manjarno contienen conservantes ni otros aditivos como potenciadores del sabor o colorantes alimenticios, "tratándose de productos totalmente naturales". Por último, hace hincapié en este sentido en que "actualmente estamos adaptando todos nuestros platos para que puedan ser consumidos por personas celíacas".

Proceso de elaboración de los alimentos en la empresa ayamontina.

Por todo ello afirma que la aceptación de sus productos "está siendo muy buena" por parte de los consumidores, además de destacar que su empresa emplea a día de hoy de forma directa a más de una decena de trabajadores de toda la comarca de la Costa Occidental de Huelva.

Una vez cocinados de forma tradicional, los platos de Oh manjar son inmediatamente termosellados y ultracolgelados a 35 grados bajo cero "para que no pierdan ninguna de sus cualidades" subraya Arias, tras lo cual son conservados a 18 grados bajo cero, temperatura a la que también son transportados y puestos a la venta "para que en ningún momento se rompa la cadena de frío". Los productos de Oh manjar tienen una fecha de caducidad de aproximadamente un año y se venden en bandejas de una o de dos raciones, prácticamente todos para descongelar y consumir en pocos minutos, liberando al cliente de prácticamente todas las tareas de la cocina, que es una de las principales metas que se han propuesto estos dos empresarios onubenses.

 

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